Vecinos de Coelemu viven una verdadera crisis producto de la sequía
- Por Comunicado de prensa
- 9 nov 2017
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La sequía es una problemática que ha afectado fuertemente a las regiones de Biobío y Ñuble, transformándose -en algunas comunas- en una verdadera crisis. Esto ha afectado principalmente a los sectores rurales, muchas veces alejados de las redes de agua potable, los que durante años se han abastecido con pozos profundos o punteras.
Sin embargo, la realidad ha cambiado, los pozos se han secado y las punteras ya no extraen el caudal de agua necesario. Esta es la realidad que se vive en Ranguelmo, localidad perteneciente a Coelemu, ubicada 12 kilómetros al sur de la comuna.
"Esto es terrible, tenemos mucha falta de agua y ahora que viene el verano... Si no fuera por los camiones aljibes que llegan no tendríamos agua. Aquí tenemos que racionarnos con el agua, ni pensar en botarla ni regar cómo se hace en otros lados. A mí y muchos de aquí nos gusta huertear, tener hortalizas y eso no se puede, porque sería botar el agua", contó Ana Castillo, vecina del sector.
Todos los días, tres veces en la mañana y tres en la tarde, camiones aljibes llegan con el vital elemento a Ranguelmo. En total, 60 mil litros que debieran llenar un estanque de la misma capacidad. Pero no alcanza. A medida que se va llenando, los pobladores van ocupando el agua, lo que baja significativamente la presión. Entonces viene el problema, a los vecinos de los sectores más elevados no les llega el suministro.
"Aquí el sector La Higuera y Cerro Estanque muchas veces no tienen agua. De hecho, el año pasado estuvimos Navidad y Año Nuevo sin agua y esto empeora en verano, cuando a las cinco de la tarde ya no corre agua. Hemos hecho protestas, nos tomamos la carretera y así hemos conseguido algunas soluciones. Pero por lo que sé, ahora se va a trabajar un proyecto grande para nosotros", indicó Juan Parra, presidente de la junta de vecinos Ranguelmo. REUTILIZACIÓN EXTREMA
El nivel de urbanización que presenta este sector coelemano hace pensar a simple vista que no tienen problemas. Poseen gran parte de los pasajes pavimentados, veredas y juegos infantiles. Las calles están impecables y tienen tapas de alcantarillado. No obstante, este último presenta poco uso, ya que necesita de agua para funcionar.
Los ranguelmuanos son dignos de admirar. Envasan el agua en botellas, garrafas y tinetas. Usan el agua de la lavadora para llenar los estanques del inodoro y reutilizan lo del lavado de loza dos o tres veces antes de botarlo. El agua potable es sagrada.
"Es terrible, porque ahora lloviendo no teníamos agua y en el verano no sé qué vamos a hacer. Acá antes llegaban cuatro camiones en vez de tres y nos llenaban ocho veces, lo que era más o menos 120 mil litros. Nos quitaron un camión y quedamos con el problema. Tenemos 12 punteras que abastecen también el estanque, pero no podemos hacerlas funcionar más de tres horas, porque los motores son chicos. Aún así, no nos alcanza, porque hay más de mil personas viviendo aquí", explicó Eduardo García, operario del agua potable. PROYECTO ESPERANZA
Desde enero de este año, la Municipalidad de Coelemu está trabajando para dar una solución definitiva a las 332 familias que habitan Ranguelmo, proyectada a 25 años. Se trata de la utilización del estero Camarico para el tratamiento y distribución de agua potable. Este afluente está ubicado a dos kilómetros del sector y presenta un caudal de 10 litros por segundo, suficiente para terminar con el problema de la sequía.
"Este déficit se arrastra por décadas y se ha ido agudizando a través de los años. Nosotros estamos trabajando en elaborar una solución definitiva, ya estamos terminando el proceso de inscripción de un caudal de agua, lo que nos va a permitir solucionar el problema actual. En paralelo, estamos buscando los recursos para realizar el diseño de esta nueva solución y posteriormente presentar el proyecto definitivo. Estamos confiados, porque ya tenemos asegurada la fuente de agua que dará solución al problema de Ranguelmo y que es lo que ha faltado durante tantos años", señaló el alcalde Alejandro Pedreros.
Ya los vecinos del afectado sector de Coelemu están viendo una luz de esperanza que los llevará a desarrollarse como corresponde. La crisis ha sido tal que incluso un proyecto de viviendas sociales debió paralizarse hasta resolver el problema de escasez hídrica. No obstante, existe una solución que terminará definitivamente con los cerca de 20 años de estancamiento.
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